Vistas a la página totales

lunes, marzo 25, 2013





En paz


Amado Nervo


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 

porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!


 

2 comentarios:

Maria torres dijo...

me encanta la poesía y me encanta este poema porque mi papá lo recitaba!!!!!!!

Te mando un abrazo desde Viena!

Ana dijo...

Que lindo!
Gracias por las líneas que dejaste en mi blog, un abrazo